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Romance Tropical, el mito, el hallazgo, la película

Actualizado: 15 ago 2023

Por: Prof. Iván David Nieves, 2023 - 20 de abril de 2023

Afiche de la pelicula: Romance Tropical

El cine se ha convertido en el medio de comunicación y de entretenimiento que más impacto ha tenido en la sociedad. El séptimo arte, como se le conoce también, es una combinación de expresión y ciencia. Desde su creación


en el siglo XIX, el cine ha estado en constante evolución. Esta nueva forma de contar historias creo un lenguaje propio, que fue el producto de muchos años de experimentación artística. Todos conocemos el producto cinematográfico americano, específicamente, el que proviene de un lugar llamado “Hollywood”. Ante el éxito de esta fábrica de sueños californiana, otros países han querido imitarla para también contar sus historias por medio del celuloide.


Puerto Rico no estuvo ajeno al impacto y al deseo de hacer cine. Desde la primera proyección de imágenes en movimiento en fílmico en el teatro Tapia del Viejo San Juan, el 9 de mayo de 1887, los puertorriqueños quedaron fascinados con este nuevo arte y forma de expresión. El pueblo estaba deseoso de ver más películas, pero también películas sobre Puerto Rico. Nuestra cinematografía nacional comenzó con la visión del fotógrafo y cineasta Rafael Colorado D'Assoy (1867-1959), un español residente en Puerto Rico, que desde 1909 comenzó filmando reportajes. En el 1912 Colorado produce nuestra primera película con argumento: “Un drama en Puerto Rico”. Esta producción se realizó con $700 dólares, cantidad que fue recobrada en su primera función. Por sus 10 minutos de duración, podemos decir que fue el primer cortometraje de ficción realizado en suelo boricua. Lamentablemente, esta película está desaparecida, igual que otras que también Colorado realizó. Luego de Colorado y otros productores extranjeros que filmaron en la Isla, va a entrar en nuestra escena fílmica el cineasta puertorriqueño: Juan E. Viguié Cajas (1891-1966).



Viguié comenzó su vocación y pasión por el séptimo arte cuando, a la edad de 15 años, trabajó en el teatro Habana en Ponce. Más tarde se traslada a Nueva York para estudiar en el “New York Institute of Motion Pictures Photography”, de la Universidad de Columbia. Al finalizar sus estudios en el 1919 regresa para establecer su propio negocio de filmar películas familiares y anuncios para cine, entre otros servicios. Además, se destacó en otras ramas de la cinematografía, tales como proyeccionista de cine, camarógrafo para importantes películas filmadas en la Isla, incluyendo reportajes para los noticieros Fox Movietone, Pathé News y Paramount News. Como cineasta, comenzó la película “El Tesoro de Cofresí” en el 1919, proyecto que nunca concluyó por falta de capital. Viguié aportó mucho al desarrollo del cine puertorriqueño, legado que continuaron su hijo y nieto. De toda la obra de Viguié Cajas, existió una película que fue como un “mito”. Artículos de prensa, fotografías, el afiche de la película, y personas que trabajaron en esa película hacían referencia a la misma, pero nadie sabía de su paradero tiempo después de su estreno. Con la llegada del siglo XXI, la esperanza de encontrar la película se había desvanecido. Para muchos, esta película, estaba perdida para siempre. No fue hasta el 2017, que nos enteramos de la existencia de una copia en un archivo fílmico en California. Nos referimos al hallazgo de “Romance Tropical”.


La importancia de “Romance Tropical” radica en ser el primer gran largometraje puertorriqueño con sonido; y la segunda película sonora en Hispanoamérica. Cabe mencionar que el sonido transformó la industria de cine y el público acogió con muchos aplausos a las películas habladas o “talkies”. Aunque algunos cineastas rechazaron esta nueva tecnología, a la larga tuvieron que adaptarse a ella, sobre todo los actores. Desde ese momento, el sonido va a contribuir más a la expresión artística del cine, contribuyendo a un mayor realismo. Pero el tratamiento sonoro implicó muchos problemas e inversión de dinero.


Cuando observamos la película “Romance Tropical”, podemos apreciar en sus valores de producción que intentaron competir en calidad con el producto extranjero que se exhibía en la Isla. Para realizar esta magna obra, Viguié contó con dos personas muy destacadas en el ambiente literario y musical. El guion fue escrito por el reconocido escritor, poeta y periodista Luis Pales Matos (1898-1959), uno de los creadores de la corriente literaria conocida como poesía afroantillana o poesía negra. Pales anteriormente había trabajado junto a Viguié en los documentales “La Colectiva” (1920), sobre las despalilladoras de tabaco, y “La Malaria” (1926), sobre la temible enfermedad. También escribió la canción “Velero de Amor”, tema de la película. La partitura de “Romance Tropical” y la musicalización de la canción tema de Pales estuvo a cargo del destacado compositor Rafael Muñoz. Muñoz fue conocido por dirigir uno de los grupos musicales más destacados en Puerto Rico entre los años 30 al 50. Muñoz también dirigió la orquesta musical del famoso Escambrón Beach Club. De hecho, una de las escenas de la película “Romance Tropical” se filmó en ese lugar. Como dato curioso, Muñoz ya conocía algo del negocio del cine. Había manejado una sala de cine y en su adolescencia tocó en una banda que interpretaba música en los cines para acompañar a las películas silentes. Con Pales Matos y Muñoz, Viguié tenía junto a él dos talentos artísticos de primera.





“Romance Tropical”, como dice su título, trata de una historia romántica ambientada gran parte en unas islas perdidas en los trópicos. El argumento trata sobre un joven director de orquesta que se enamora de una chica de alta sociedad. Como la familia de la joven rechaza al muchacho por su bajo estatus social, este inicia un viaje por mar para buscar fortuna para estar a la altura social de su prometida. El resto de la historia lleva al joven a la mítica isla perdida “Mu”, mientras su novia sufre su ausencia en Puerto Rico. El argumento de la película está inspirado en parte en un hecho real ocurrido en el 1929. Resulta que el Dr. Francisco Franceschi (1894-1961) inicia una travesía transatlántica de Puerto Rico a España con el objetivo de llevarle unos regalos al rey de España en la expo de Sevilla de ese año. Este viaje muy comentado en la prensa de la época y más tarde fue publicado en el libro Odisea del yate “Mary” de Puerto Rico a España(1930).


Por ser la primera película sonora puertorriqueña, Viguié construyó su propio equipo de grabar sonido, utilizando la tecnología “single System Sound”. Mediante este proceso, el sonido se capta directo en la película, y no con un equipo separado, como se hizo años más tarde hasta el presente en la industria de cine. El grabar sonido directo implicó un reto para la producción, al igual que pasó en Hollywood. Películas como “Singing in the Rain” (1952) y “Babylon” (2022) presentan de manera jocosa los problemas que acarearon los cineastas al filmar escenas con sonido directo. Este problema lo resolvió Hollywood, en parte, grabando en estudios a prueba de sonido exterior. La película “Romance Tropical” se filmó en ambientes reales y en exteriores, lo cual representó una mayor logística, por el sonido y lo ambiciosa que fue la producción. El periódico “The New York Times”, en su reseña “Film From Puerto Rico”, menciona que “Romance Tropical” tuvo un sonido con defectos técnicos que impidió apreciar bien las voces de ciertos actores, especialmente varones. Sin embargo, el mismo artículo destaca la calidad de los visuales y la recreación de la villa “salvaje” de la isla de “Mu”. A esto le sumamos que la película tiene escenas submarinas. Para lograrlo, como no tenían cámara submarina, Viguié construyó una barcaza con un fondo de cristal. Así logro crear el efecto de filmar bajo el agua.


Aparte de los desafíos técnicos de “Romance Tropical”, la película tuvo muchas escenas que se filmaron en diferentes localidades de Puerto Rico. En una de las tomas se puede apreciar el Capitolio de Puerto Rico, recién inaugurado en febrero de 1929. Algunas escenas se filmaron en el Parque Luis Muñoz Rivera, el cual llevaba poco tiempo de haberse creado (1926). Podemos apreciar en las imágenes los banquillos en cemento imitando bambú, característicos del parque, que algunos han sobrevivido al paso del tiempo. En una escena de la película, llegando a los muelles del Viejo San Juan, por donde se ubica el Banco Popular, se observa en el tope de un edificio la antena de WKAQ radio. Esta emisora, que fue la primera emisora radial de Puerto Rico, la segunda en Latinoamérica y la quinta en el mundo, cumplió su centenario en el año 2023. Por otro lado, las escenas más pintorescas o emblemáticas de la película tratan de recrear un poblado nativo y primitivo de la una isla tropical en los mares del sur. Esta parte de la historia se filmó en las costas del pueblo de Loiza. Es notable la cantidad de actores y extras negros que utilizaron y las chozas que se construyeron para ambientar la aldea. Para todos estos personajes se elaboraron cientos de vestuarios, labor a cargo de la esposa de Viguié con unas amigas. Cabe destacar que las mujeres que participan en estas escenas mostraron sus senos. Es interesante el realismo que quería lograr Viguié con este requisito. Por estos semidesnudos, no tenemos información si el público o el gobierno intentaron censurar la película. Como parte de esta ambientación se incluyeron animales exóticos, como un elefante y un chimpancé, provenientes de un circo que visitaba la Isla para aquel entonces. Todo esto tenía el propósito de darle un tono exótico a las imágenes, estilo que estuvo de moda en muchas películas americanas de la época, y que anteriormente en Puerto Rico se filmaron películas puertorriqueñas silentes con ese denominador. Este es el caso de las películas producidas por la Porto Rico Photoplays. Las películas ambientadas en parajes exóticos atraían al público y Viguié lo sabía. También podemos destacar de la película los números musicales. Presumimos que Viguié deseaba sacar el máximo provecho al sonido, quizás inspirándose en el éxito de la primera película sonora en la historia de cine, que también tenía escenas musicales: “The Jazz Singer” (1927). Tenemos conocimiento que el presupuesto de “Romance Tropical” fue de $10,000, pero no sabemos si este dinero incluye los gastos de promoción y publicidad. Es posible que tenga un valor mayor, si contabilizamos las aportaciones en género que de seguro tuvo la producción. La película tiene una duración de 65 minutos y fue filmada en 35 mm, en nitrato de celulosa, que fue el formato estándar de alta calidad de cine. Para aquellos años no había laboratorios fílmicos en la Isla. Como se iban a filmar miles de pies de película, Viguié no quería viajar a New York para revelar los rollos. Así que construye una máquina para revelar y secar el fílmico. Una vez revelado los rollos, viajó a New York para la postproducción.




A pesar de ser una producción netamente puertorriqueña, “Romance Tropical” se estrenó en Nueva York, octubre de 1934, en el teatro Campoamor. La crítica periodística neoyorquina fue buena y también la acogida del público. Al año siguiente, el 15 de marzo de 1935, se estrenó en el teatro Olimpo en Santurce, hoy conocido como el Paramount, también con buena acogida. Este teatro tuvo el honor de estrenar unos años antes en la Isla la primera película sonora: “La Melodía de Broadway” (1929). Pero con “Romance Tropical” algo pasó que desapareció de las salas de cine y no supimos más de ella. Solo se sabe que se presentó fuera de Puerto Rico por unos años. Con la “desaparición” de “Romance Tropical” vinieron las historias de que fue lo que ocurrió. La explicación más aceptada es que Viguié fue demandado por el que financió la película, el padre de las dos mujeres protagonistas, las hermanas Ernestina y Raquel Canino. El pleito pudo haber sido por salarios no pagados a las hijas y por insatisfacción de cómo sus hijas aparecen en el filme. Posiblemente, estas fueron algunas de las razones para retirar la película del mercado. Pero antes, aparentemente la película había sido adquirida para la distribución por una subsidiaria de la Metro-Goldwym-Mayer (MGM), luego de sus presentaciones en Nueva York. Ante el pleito legal entre la familia Canino y Viguié, la distribuidora retira la película de distribución. Por suerte, una copia de la película se conservó en una bóveda de películas de nitrato de celulosa en Fort Lee, Nueva Jersey. Eventualmente, esta copia fue comprada con otras películas en inglés por la Corporación Kypton, una empresa de medios radicada en Cleveland, Ohio. Kypton tenía planes de distribuir sus nuevas adquisiciones, las cuales solo dos películas eran en español (incluyendo “Romance Tropical”). Luego de irse a la quiebra, el inventario de películas fue adquirido en el 2008 por el Instituto Parkard de las Humanidades. A su vez, este instituto la deposita en el Archivo fílmico de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA). Esto sin advertir, en aquel momento, la importancia de esta película para la historia del cine puertorriqueño y el cine sonoro latinoamericano. Irónicamente, “Romance Tropical” fue rescatada de su muerte, y nueve años después, nos enteremos de su resurrección.


La noticia del descubrimiento nos llega a Puerto Rico por accidente. Jan-Christopher Horak, director del Archivo de Cine y Televisión de la UCLA, invita a Marisel Flores, archivera del Archivo de Imágenes en Movimiento del Archivo General de Puerto Rico, a dar una ponencia en el Congreso Anual de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF). Esta actividad iba a llevarse a cabo en abril de 2017, en las instalaciones del Archivo Fílmico de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográfica (AMPAS), en Hollywood, California. El tema giraba en torno al cine producido en español en Hollywood. Para motivar a la archivera Flores a dar una charla, Horak le expresa que hay una película que cree es puertorriqueña en su archivo de la cual ella podría hablar. Al Flores enterarse de que la película era “Romance Tropical”, fue muy grande la sorpresa. Solo faltaba corroborar si, efectivamente, era nuestra película desaparecida, o si era alguna producción extranjera con el mismo título o un diario de viaje (“travelogue”). En esta parte de la historia entró el Lcdo. José Alfredo Hernández Mayoral, autor del libro “Los viejos cines de Puerto Rico”, quien aprovecha un viaje que tenía a California para ver en la propia película los créditos e imágenes de esta en las instalaciones de la UCLA ubicados en Santa Clarita, California. Hernández Mayoral confirma la autenticidad de “Romance Tropical”. Acto seguido, el Lcdo. Hernández Mayoral comienza gestiones para conseguir auspicios para la restauración de la película. El costo de restaurarla fue de $108,202.92. Estos costos incluían hacer un negativo y copia de exhibición nuevos en 35 mm y la digitalización al formato DCP de cine. Pero antes de conseguir los fondos, David Packard del Instituto Parkard para las Humanidades, ofreció donar la restauración por el significado que tiene la película para Puerto Rico. La versión restaurada fue estrenada el 4 de noviembre de 2017 en el teatro Billy Wilder, localizado en el Museo Hammer en Los Ángeles, California. Un grupo pequeño de puertorriqueños tuvimos el privilegio de ver, 83 años después, la película más buscada de la cinematografía nacional puertorriqueña. Solo faltaba traer la película a Puerto Rico.


Desde su estreno en Los Ángeles en el 2017, los esfuerzos para hacer un estreno oficial en Puerto Rico no habían dado frutos. Gracias a las gestiones del Colectivo Cine movida, y como parte de la conmemoración de los 110 años del Cine Puertorriqueño, el pueblo podrá disfrutar de esta joya de nuestra cinematografía. “Romance Tropical” vuelve al país que la vio nacer. Ya no es un mito. Ahora es parte de las películas destacadas de nuestro acervo cinematográfico, y a través de sus imágenes podemos conocer un poco más la sociedad puertorriqueña de los años 30. Tenemos la esperanza que otras películas perdidas de nuestra herencia cinematográfica también aparezcan. Es imperativo trabajar para que cada película puertorriqueña sea preservada para las presentes y futuras generaciones. Esta es la labor del Archivo de Imágenes en Movimiento y tenemos que apoyar los esfuerzos que, desde su fundación en el 1992, realiza esta oficina por el patrimonio cinematográfico puertorriqueño. ¡Bienvenida a casa “Romance Tropical”! Colaboró para la redacción de este artículo Marisel Flores, del Archivo de Imágenes en Movimiento.

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